♠Hora Adormecida


la almohada sofoca al mal presagio
al humo que me calienta,
y no me deja soñar
va brotando de mi cuerpo,
la tierna espora,
espantando moscas
que conciben defectos
en un dulce panal,
envuelto en mi seno...



Ahora puedo ver
la luminosidad
de sus pupilas
flotando en un
estanque diáfano
pleno de honestidad



Ahora puedo palpar
el acertijo enredado
en mi frágil destino



Marea tormentosa
es la pesadilla que se dispersa
alrededor de mi lecho,
lava de gotas sudorosas
que agrietan un círculo pensante,
las piedras son devoradas
por una vegetación salvaje...




Ahora puedo observar
la cera revistiendo a la vela,
de su desnudez casual



Ahora puedo tocar
la misma creencia,
abrazar el mismo viento....



El mismo viento
encendiendo la mirada escondida,
ilusión verduga paralizada
en nuestras extremidades
que yo creía unidas
en un mismo armazón,
pero usted sólo tejió
traición en mi cortina,
la armadura ya no me
protegió desde ese entonces,
solo carcomía el ánimo,
haciéndome débil como una fuente quebrada,
transformándome en un pez,
nadando en un espectral silencio, me hundí
en una escala de depresión constante,
lagrimeando en un pozo sin cristales
donde deseaba tocar su rostro,
pero sólo se tergiversaron mis días,
mis ansias de descansar de todos
crecieron inevitablemente,
momentos de confusiones
apresando mi temple...



El cielo se rompe
va cayendo sobre las hojas
mis manos las sostienen...



El atardecer esconde su sombra
dentro de la copa vacía
de un árbol gris...



Mi amor propio se irguió ante la locura,
se fue haciendo tan fuerte como el sol,
tan astuto como la luna,
construí monumentos
en mi camino agrietado,
extendí el brillo de mi lugar,
de mi jardín pasivo,
la brisa se unió y sus piezas
nunca se perdieron,
mis pasos ya no fueron subyugados,
en torpes espinas que alguna
vez hirieron mis pies,
la sutileza de un nuevo amanecer
manaba de mis poros,
la armadura ya no pesó en mis huesos,
mis horas gastadas en usted;
despertaron de su adormecimiento,
mi tiempo de lucha empezó
a vencer sobre los miedos,
ahora puedo percibir
los movimientos de mi corazón...




Se levantan los labios
ante su sequedad,
recuperan su equilibrio
las ramas encogidas...



La estatua sabe
cuando debe callar,
el cauteloso suspiro
brilla en la oscuridad...

3 comentarios:

Miguel Ángel Ángeles dijo...

los arboles grises son las cosas que mas me aterran en la vida. y en la otra vida supongo también lo harán.

te envío un abrazo.

aPerfectCrime dijo...

"Hora Adormecida"

++

Siento el vacío

++

Siento el minuto de DECAIMIENTO

++

El minuto que NACE

++

Ya comienza a MORIR.....

++

me MARCHO enredado en tus LETRAS

Ameba dijo...

todos estamos enredados que casualidad yo tbm en las tuyas...



un beso